Si transpirás en forma excesiva (más de lo normal) en la cara, la cabeza, las manos, las axilas y los pies en cualquier época del año, seguramente sufrís de hiperhidrosis. "Este trastorno afecta a cerca del 7% de los argentinos. Es mucho más frecuente de lo que se piensa: lo sufren uno o dos compañeros de un aula e igual número de personas entre los pasajeros que viajan en un colectivo lleno, por ejemplo", graficó el especialista y cirujano Miguel Ángel Noguera.
En el hombre y en la mujer -precisó el médico- el 80% de las glándulas sudoríparas se ubican en manos, axilas y pies. La sudoración es un fenómeno fisiológico del organismo cuya función es mantener una temperatura estable en el cuerpo. Con la transpiración se elimina el exceso de calor corporal. En el organismo humano este mecanismo está regulado por el sistema nervioso autónomo, y más concretamente por el sistema simpático. Se habla de hiperhidrosis cuando se altera la regulación de este mecanismo y se produce una sudoración excesiva en algunas partes del cuerpo.
La forma más común
"La manifestación más común de la hiperhidrosis es la llamada hiperhidrosis palmar (palma de la mano), pero también puede afectar las axilas, los pies, el tronco y los muslos", aclaró Noguera.
La hiperhidrosis puede ser primaria o secundaria, según sus causas. Se llama primaria cuando la causa es desconocida y es la forma más frecuente. Generalmente, comienza en la adolescencia. La ansiedad puede ser un factor desencadenante de este tipo de hiperhidrosis, aunque a menudo se instaura un círculo vicioso: la sudoración crea ansiedad, y la ansiedad, a su vez, crea sudoración. "No es un problema 'nervioso' en el sentido usual de la frase, que refiere a un estado psicológico desencadenante", aclaró Noguera.
Se denomina hiperhidrosis secundaria cuando su aparición se debe a otro proceso patológico: hipertiroidismo, disfunción hormonal, menopausia, enfermedades psiquiátricas, obesidad, etc.
Noguera lamentó que la hiperhidrosis no sea vista aún por la comunidad médica como una enfermedad. Debido a este desconocimiento algunas obras sociales se niegan a autorizar su tratamiento. El Ministerio de Salud de la Nación solucionó este año en parte el problema, con una resolución que obliga al PMO (Plan Médico Obligatorio) a cubrir la mayoría de los gastos.
Desconocimiento
Debido al desconocimiento, la mayoría de los pacientes deambulan por distintos especialistas e inclusive por psicólogos y psiquiatras creyendo que la hiperhidrosis es un problema de personas nerviosas. O sea que antes de llegar al diagnóstico certero, la mayoría realizó sin éxito una infinidad de tratamientos mientras el sudor excesivo les afectaba la vida de relación y la vida social.
LA CIRUGÍA
Es miniinvasiva y de pronta recuperación
El único tratamiento para la curación definitiva de hiperhidrosis palmar o facial es la cirugía llamada simpatectomía torácica por vía endoscópica. Es una cirugía miniinvasiva desarrollada en los últimos años, que reemplazó a la operación torácica abierta convencional que requería larga hospitalización y convalecencia.
"La técnica endoscópica es muy segura en manos de un cirujano experto. Consiste en anular o cortar los nervios simpáticos que llevan la orden del cerebro a las glándulas sudoríparas, entre el segundo y cuarto ganglio (según el criterio del cirujano actuante) ubicados en forma paralela a la columna. Esta operación lleva a la cura definitiva de la disfunción en casi el 100% de los pacientes tratados, dejando sólo pequeñas cicatrices en la axila", detalló el doctor Miguel
Ángel Noguera. Sus dichos fueron refrendados por el jefe del servicio de Cirugía del Hospital Nicolás Avellaneda, doctor Osvaldo Malmoria, y el doctor Gustavo Antenucci, que integra el equipo de cirujanos del hospital. Las personas con una hiperhidrosis combinada palmo-plantar (manos-pies), también tienen una buena probabilidad (entre el 30 al 50%) de mejora de la sudoración en los pies después de una cirugía destinada a aliviar la transpiración en las palmas.
La hiperhidrosis plantar aislada puede tratarse con una simpatectomía lumbar por vía laroscópica o una intervención abdominal con la técnica abierta convencional, pero únicamente en mujeres. "La hiperhidrosis del tronco, los muslos o la generalizada no se tratan quirúrgicamente", advirtió Noguera.